¿ᴄᴏɴᴏᴄᴇꜱ ʀᴇᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴇʟ ʟɪɴᴀᴊᴇ ᴀʟ qᴜᴇ ᴩᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇꜱ?

 

¿ Conoces en realidad a tus Ancestros ?


¿ Te has preguntado alguna vez, cuanto de ellos vive en ti ?


Venimos al mundo a través de una Familia, todos pertenecemos a un Clan, y este sentido de pertenencia nos sostiene en la vida y también nos condiciona, y de alguna manera, lo hemos elegido para poder evolucionar.


Todo nuestro sistema familiar se sostiene a través de un tejido invisible, que forma redes de conductas y patrones de pensamiento adquiridos y transmitidos de generación en generación con el fin de salvaguardar la supervivencia del Clan.


Aquellas habilidades sociales o políticas que salvaron la vida a los abuelos y bisabuelos, son transmitidas con sumo celo hacia las generaciones venideras, tan sólo con la generosa intención de que puedan desenvolverse en la vida con mayor soltura y facilidad, para que nadie tenga que volver a sufrir lo que ellos sufrieron, transmiten las mejores soluciones que fueron capaces de encontrar.


Así como heredamos las mejores recetas de nuestras madres o abuelas, el ajuar completo e invisible que recibimos de nuestros ancestros es considerable, tanto que, con el tiempo podemos sorprendernos representando comportamientos que por sí mismos, parecen no pertenecernos. Así es, con algunos eventos significativos de la vida (la paternidad, el matrimonio, la independencia, la enfermedad, etc. ) se activan en nosotros actitudes y pensamientos que llevamos programados más allá del ADN, en la memoria celular y energética de nuestro Linaje.


Todo esto sería sumamente beneficioso si toda esta información heredada fuera de total utilidad, el problema surge cuando se activan en nosotros memorias obsoletas, como el miedo a la escasez de alimento que vivieron nuestros abuelos en la posguerra, o la necesidad de nuestras abuelas de permanecer en segundo plano y no tomar decisiones porque en aquella época las mujeres no tenían voz ni voto, ni cuerpo, derecho al placer, ni casi otra cosa que no fueran hijos y obligaciones domésticas.


Es normal que cuando estos patrones heredados de manera inconsciente, se empeñan en gobernar nuestra vida actual, entremos en conflicto, estamos funcionando en analógico en plena era digital, y gran parte de la “tecnología” heredada está ya más que caduca !


Entonces, como podemos sacar el mayor partido a toda nuestra herencia genética y energética sin vivir en constante conflicto ¿ cómo podemos disfrutar y honrar todas las cualidades y talentos que nuestros ancestros han atesorado para transmitirlos a través de las generaciones ? cómo podemos hacer que esa trascendencia tenga verdadero valor y sentido?
Simplemente conociendo la verdad, y no la verdad que nos contaron, no la información filtrada y condicionada de nuestros padres, tíos y abuelos, sino la verdad que reside en nuestras propias células, en nuestros huesos..


Cuando somos capaces de entender la inocencia y el amor con que nuestros antepasados dejaron escrito su legado para nosotros, cuando realmente despertamos en nuestra piel esas memorias, nos atrevemos a revisarlas, a honrar aquellas que son válidas para nuestra vida y a descartar sin juicio todo lo que nos sobra o nos pesa, entonces, solo entonces, podemos decir realmente que nuestros ancestros “viven” a nuestro lado aportando toda su fuerza y sabiduría, solo entonces podemos reconocer que somos su mejor versión, que derramaron en nosotros lo mejor que tenían para perpetuar el Clan y sólo entonces podremos caminar juntos hacia la Eternidad.

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